Y tenía toda la razón. El lunes, en los
principales periódicos del mundo, se lloraba su partida de la albiceleste. De repente recordé que
hace casi 10 años, también se nos fue un verdadero mago de la
cancha, de esos futbolistas que jamás se olvidarán. Y aunque deportivamente no
tuvo la mejor de las despedidas, además de que su selección también perdió en
la tanda de penales, muy pocos se atrevieron a reclamarle.
Seguramente adivinaron de
inmediato que me refiero a Zinedine Zidane, aquel mediocampista excelso que la
mayoría de los de mi generación conocimos en el Mundial de Francia 98, pues de
la Juventus, donde figuraba, muy poco se hablaba en la televisión, el único
medio donde podíamos ver a las máximas estrellas del mundo.
"La Pulga" Messi debutó en el Barcelona cuando Zidane se encontraba en la etapa final de su carrera
En ese mundial, “Zizou” tenía 26
años y venía de lograr un bicampeonato con la “Vecchia Signora”. Las
siguientes temporadas de la Seria A fueron dominadas por el Milán y la Lazio,
sin embargo, para la Eurocopa 2000, uno de los eventos más competitivos que
recuerdo, los franceses resultaron vencedores, también de la mano de él.
Cabe destacar que el astro de origen argelino arribó a
Turín en 1996, reforzando al entonces actual campeón de “La Orejona”, que se
consagró en penales ante el Ajax, y aunque llegaron hasta la Final en las
siguientes dos ediciones, ambas las perdieron, primero ante el Borussia
Dortmund y después con el Real Madrid.
Messi ha jugado tres finales de
Champions League, y ha ganado todas. Los de mi generación lo conocimos desde sus
primeros pasos. Aún el internet no era una herramienta indispensable para la
socialización, pero ya había blogs que filtraban videos en pésima calidad,
donde se veía a un “enanito” haciendo dribles, antes vistos sólo en Maradona y
Ronaldinho, con quienes ya se le comparaba.
Pero no se le dio el reconocimiento suficiente, quizá por su pequeña estatura, o porque en esa época (alrededor de 2004), ya destacaban Cristiano Ronaldo y
Zlatan Ibrahimovic, además de algunos juveniles que siempre serán considerados a ser los mejores del mundo por su simple nacionalidad, como Brasil y Holanda, que en ese entonces tenían a Kaká, Robinho y
Rafael Van der Vaart como sus grandes prospectos para brillar en los siguientes tres o cuatro años.
La Champions League es el torneo donde el 10 blaugrana deleita constantemente a sus millones de fanáticos que tiene por todas partes del planeta.
Podría decirse que Messi despuntó
a partir de 2006, a sus 18 años, teniendo como respaldo una selección veterana que
perdió en penales ante Alemania en Cuartos de Final, con referentes como Juan
Román Riquelme, Juan Pablo Sorín y Hernán Crespo, quienes ya estaban muy viejos
como para arroparlo en el trayecto a Sudáfrica 2010: más bien, la incógnita
consistía en quién sería el próximo 10 de la albiceleste: Messi, Carlos Tévez,
o incluso Sergio “Kun” Agüero, con quien se le comparó en los primeros años; en
su club, recién campeón de Champions tras vencer al Arsenal, siempre lo
abrigaron líderes como Ronaldinho, Xavi Hernández, Carles Puyol y Samuel Eto’o.
Fue en 2009 cuando se despejaron las
dudas de si Messi era el mejor del Mundo. En ese año ganó la Orejona y el
primero de sus cinco Balones de Oro, ayudando a consagrar al Barcelona como una
industria capaz de generar las mismas ganancias que el Real Madrid o el
Manchester United, o quizá más. Desde entonces, “La Pulga” es una constante en las tablas de
goleo y el Barcelona siempre radica en las posiciones 1 y 2 de la liga.
Zidane no ganó ni anotó tanto, si
se le compara con Messi. Fue galardonado en dos ocasiones con el “Balón de Oro”
y su única Champions la ganó hasta el 2001, ya con el Real Madrid y con 30 años
de edad. Quizá podamos decir que Zinedine, junto con Ronaldo (el brasileño, el
“Fenómeno”, no la princesa de ahora) fueron las últimas súper estrellas que
hicieron más con su selección que con sus clubes.
Esta bolea de Zizou está enmarcada en el museo de los mejores goles en finales de Champions League
Cuando Zidane se fue, todos
hablaron de qué hubiera pasado si él estuviera en la tanda de los penales, o
incluso, que en los 90 o en los tiempos extra, habría sido capaz de anotar o generar el definitivo
2-1. Más que a Fabio Cannavaro alzando la copa, la imagen que queda de aquella
final de Alemania 2006 es a Zizou propinando un cabezazo al pecho de Marco
Materazzi.
Cuando Zidane se fue tenía 34
años, cinco menos de los que actualmente tiene Messi. Muchos (me apunto) aún
creemos que lo hizo de forma precipitada, que aún tenía nivel para jugar dos
años más no en clubes árabes o gringos, sino en el mismo Real Madrid, o de
perdida en el Chelsea, uno de los clubes pioneros en querer figurar a base de
“billetazos”.
Actualmente los clubes, principalmente los europeos, tienen mayor rentabilidad que las selecciones. Los llamados “fuertes” gastan millones de euros para que sus figuras jueguen lo mejor posible… al menos así lo hacen Real Madrid y Barcelona, aunque dichos astros llegan totalmente desgastados física y mentalmente a las competencias con sus representativos nacionales.
La forma en que despidió es todo lo opuesto a la elegancia y limpieza que mostró Zidane durante su carrera
Hace 20 años no se podía
contratar a tanto extranjero, o extracomunitario: había más repartición de
talento, por así decirlo, y muchos clubes podían competir con cuatro jugadores
de calidad y ganar una liga, o una orejona; hoy es casi imposible, y sólo el Atlético
de Madrid y Leicester City han podido sorprender con planteles limitados, o al
menos no diseñados para tener lo mejor línea por línea, y posición por
posición.
Argentina llegó a la Final en el
último mundial, aunque Messi estuvo lejos de su óptimo nivel, y Angel di María
y Javier Mascherano fungieron como líderes. Y en Francia 98, Zidane no jugó
sólo: a su lado estaban dos excelsos volantes como Patrick Vieira y Didier
Deschamps; Thierry Henry y David Trezeguet
eran letales en cualquier momento, y Lilian Thuram, Marcell Desailly,
Laurent Blanc y Vixente Lizarazu formaban un muro defensivo casi impenetrable.
En mi opinión, el plantel actual de Argentina, no cuenta jugadores de ese altísimo nivel.
Una nueva forma de comunicar se realiza en las redes sociales: en 2006, muy pocos se habrían atrevido a hacer memes de Zidane
Pero sin Zidane, Francia fue un desastre en sus primeros dos partidos de Corea-Japón 2002 y quedó eliminada en fase de grupos. En contraste, muchos ilusos, mencionan que Argentina juega mejor sin Messi, como se "demostró" en el primer partido de la recién concluida Copa América, en el que derrotaron 2-1 a su verdugo Chile.
Maradona se coronó a los 25 y
Pelé aún no cumplía los 18 cuando destacó en Suecia 58. Los menciono porque son
con los que se demerita al actual “10 argentino”. Es difícil saber hasta qué
edad Lio comenzará a perder velocidad, y si aún podrá complementarlo con su
excelente toque de balón o ubicación.. o si a los 31 años, asistirá a Rusia
para ilusionar por cuarta ocasión a los argentinos, pues su simple presencia,
vuelve candidato a cualquiera. Por cierto, Zizou usó el 21 en la Juve y el 5
con el Real Madrid, no el 10.
Zidane y Messi jugaron en épocas donde las exigencias en los clubes y selecciones eran muy diferentes
ASR