28 de agosto de 2014

Cinco mega batallas que defraudaron

Por la trayectoria, jerarquía y sobre todo por el legado que marcaron estos boxeadores, se especuló en su momento que cualquiera de estos combates podría considerarse como el mejor de la historia.


Sin embargo, principalmente por el absoluto respeto que se tuvieron dentro del ring ambos contrincantes, fueron peleas simples y hasta aburridas, que no correspondieron al nivel de los estelares y decepcionaron a la mayoría de los fanáticos. 

5 Oscar de la Hoya Vs Floyd Mayweather
5 de mayo de 2007, campeonato súper welter del CMB, MGM, Las Vegas.


FOTO: FIGHTGAMEBLOG.COM

En el que todavía es el evento boxístico con más Pagos por Evento de la historia, sirvió para consagrar a Floyd Mayweather Jr. Como el boxeador más dominante y taquillero de los últimos 10 años, mediante un estilo reservado y a base de ser agresivo solamente con la boca, fuera del ring.

El “Golden Boy” dominó la primera mitad del combate y hasta lanzaba tres combinaciones seguidas, logrando conectar si acaso un volado por cada una; en cambio, el afroamericano fue efectivo en sus pocos jabs y golpes de poder que soltó, razón por la que convenció a dos de los jueces, en un combate en el que al menos ocho episodios fueron sumamente difíciles de calificar.

A favor del “Money” está que cerró el combate en base a su forma de boxear y ganó claramente los dos últimos rounds. Al final, los jueces calificaron 115-113, a favor del californiano, y 115-113 y 116-112 para el de Michigan.

En su primera defensa, De la Hoya perdía el cinturón que justo un año antes le arrebatara al nicaragüense Ricardo Mayorga, y sin duda los 2.4 millones de personas que contrataron el PPV esperaban mucho más de ambas súper estrellas.

4 Julio César Chávez Vs Pernell Whitaker
10 de septiembre de 1993, campeonato welter del CMB, Alamodome, San Antonio.

FOTO: ESPN.COM
Con Mike Tyson en la cárcel, Julio César Chávez fue catalogado como el mejor libra por libra en la primera etapa de los 90.

Sin embargo, había quienes negaban al mexicano como el rey de los guantes y aseguraban que ese puesto le pertenecía a Pernell Whitaker, un sólido campeón welter que empezaba a demostrar la nueva forma de boxear de los afroamericanos, con un estilo basado en la escuela cubana.

El norteamericano había mejorado mejorado bastante desde que perdiera su invicto ante José Luis Ramírez, a quien derrotó en una revancha, y en cambio, Chávez presumía un récord de 87-0-0.

Los amantes del boxeo a la distancia, de “clase”, aseguran que esa noche fue donde debió acabar el invicto de “J.C.”, en tanto, los fieles seguidores de la agresividad mexicana aseguran que debió perder “Sweet Pea” por “rajón”, pues se la pasó amarrándose a Julio todo el combate.

Sin duda el empate fue el mejor resultado, pues si bien Chávez no lució ni pudo encontrar a su rival, éste tampoco hizo lo suficiente para ganar.


113-115, para Pernell, y dos rarísimos 115-115 decretaron el empate, para que el norteamericano retuviera su título welter, mismo que dejaría vacante para subir a súper welter un año después y que ganaría Chávez ante Andy Holligan, aunque el mexicano ya no se mostraría tan dominante en esta categoría como lo hizo en ligero y súper ligero.

3 Oscar de la Hoya Vs Tito Trinidad
18 de septiembre de 1999, unificación de los cinturones welter CMB Y FIB, Mandalay Bay, Las Vegas. 

FOTO: BOXINBRAIN.COM

Se acercaba el nuevo milenio y dos invictos welter se apuntaban como el mejor boxeador del momento.
En lo que fue una nueva edición de la guerra pugilista México-Puerto Rico, a pesar de que el pueblo azteca no quería del todo a Oscar de la Hoya, sorprendentemente Félix “Tito” Trinidad resultó como vencedor en un combate tibio y monótono.

El “Golden Boy” era ligeramente favorito, principalmente por la oposición que había enfrentado: destronó a Ique Quartey, JC Chávez, Pernell Whitaker, entre otros, para sumar cuatro coronas en distintas categorías.
En contraste, “Tito” se presentaba con 14 defensas de su cetro FIB, con el plus de haberse levantado de varias caídas para noquear a oponentes como Oba Carr, Luis Ramón Campas y Anthony Stephens.

Periodistas de todo el mundo aseguran que el gran error de De la Hoya fue regalar los últimos tres o cuatro rounds, cuando en realidad solamente en el último episodio salió a cuidarse, pues mantuvo la distancia, conectó jabs y se defendió a la perfección de los episodios 2 al 11, además logró que el boricua fallara demasiados golpes, es decir, hizo lo justo para ganar round por round.


En este combate, en el que se vendieron 1.4 millones de PPV, Tito terminó con su short blanco cubierto de sangre y al finalizar su semblante era de preocupación, el cual cambió al conocerse el veredicto, una decisión mayoritaria de 115-113, 115-114 y 114-114 que no es recordado como uno de los grandes robos sólo por lo aburrido que fue este evento, ofertado como una gran batalla y en el que ambos estuvieron lejos de exhibir su reconocido potencial, que los llevó al Salón de la Fama en este 2014.

2 Muhammad Ali Vs George Foreman
30 de octubre de 1974, por los cinturones CMB y AMB de peso completo, Kinshasa, Zaire (hoy Congo)

FOTO: TOFIGHT.RU

“Estruendo de la selva” o “La pelea del milenio” fue conocido este evento que decidieron trasladar a Zaire, y si se analiza la trayectoria de los gladiadores, ambos en el Top 5 de los mejores pesados de todos los tiempos para muchos expertos, podría decirse que, en efecto, la pelea debió de ser espectacular.

Ali tenía al público de su lado en África, América, y todo el Mundo. Su activismo y el haber sido destronado y suspendido por no ir a la Guerra de Vietnam fueron aspectos fundamentales para borrar su imagen de bocón, que tanta antipatía le provocó en el amanecer de su exitosa carrera.

Por el contrario, Foreman, que se presentaba con un impresionante récord de 40-0, 37 KO y conocido por su mal carácter, no era del agrado de los afroamericanos, pues en los Juegos Olímpicos de México 68 se negó a apoyar a los atletas de color con el saludo del “black power” al momento en que se entonara el Himno de Estados Unidos, tras recibir la medalla de oro.

Ali, tras el regreso de su suspensión, además de haber perdido el invicto ante Joe Frazier, ya sumaba otra caída, con Ken Norton, aunque a ambos los derrotó en las revanchas, en los que fueron cuatro combates de primerísimo nivel;  estos dos legendarios rivales fueron masacrados por “Big George” en apenas dos episodios.

Pero en el “Estruendo de la selva”, que se retrasó un mes por una lesión de Foreman, “El más grande” no pudo flotar como una mariposa, pero sí picó como una abeja en el octavo round para noquear al invicto Foreman y quitarle los cinturones CMB y AMB.

Fue una contienda sucia, enredada, recordada más por las provocaciones de Ali, las acusaciones de Foreman, entre ellas un supuesto acto de brujería en su contra, y la envuelta social que se generó desde que fue anunciada por el promotor Don King.

Incluso, tan sólo se le considera entre las grandes batallas de Ali por la magnitud de su rival, pues a pesar del contundente nocaut, no fue de sus mejores exhibiciones.

1 Marvin Hagler Vs Sugar Ray Leonard
6 de abril de 1987, Cinturón mediano del CMB, Outdoor Arena, Las Vegas

FOTO: TOMADA DE INTERNET

En los 80, en las categorías welter, súper welter y mediano, brillaron Roberto Durán, Thomas Hearns, Marvin Hagler y Sugar Ray Leonard; estos dos últimos, quizá los más dominantes, no se habían enfrentado.

Leonard regresó de un retiro de casi tres años y retó a “Marvelious” para conseguir su tercera corona; por la inactividad y el tamaño de su rival, Sugar estaba abajo en las apuestas 3 a 1.

En uno de los resultados más polémicos, un juez, quizá decepcionado por el poco ataque que mostró el de Carolina del Norte, vio ganar a Hagler 118-110; en contraste, los otros jueces marcaron 115-113 para el nuevo campeón.

Por esta contienda es que muchos comparan a Leonard con Mayweather, pues dio una clase de cómo se debe defender y frenar a un bombardero como Marvin, a quien no se le vio como en sus peleas previas, soltando bombazos de toda clase luego de acorralar a su enemigo.


Aunque se retiró argumentando estar molesto por haber sido robado, existen versiones de que el combate estuvo arreglado, bajo el acuerdo de Hagler, razón por la que no fue agresivo: son simples rumores, lo cierto es que “Sugar” dio una cátedra de un estilo poco conocido, que a la fecha no es del agrado de la mayoría del público, razón por la que esta pelea es considerada por muchos como la más grande decepción en la que se miden dos leyendas.

Gracias por leerme... ASR

8 de agosto de 2014

El letal Golovkin

Imagen: tomada de Internet

Convertido en la sensación de los medianos, los elogios para Gennady Golovkin cada vez son mayores.

Luego de apabullar en apenas tres rounds el pasado 26 de julio a Daniel Geale, la oposición más complicada desde que es campeón, pareciera que sus rivales están predestinados a sufrir la peor derrota de sus carreras ante sus demoledores golpes.

Para el kazajo de 32 años no existen los rounds de estudio. No es de los boxeadores que salen a cansar a su adversario o mermarlo lapso por lapso; en cuanto suena la primera campanada su oponente ya sabe a lo que se enfrenta, y no tiene otro remedio que perder con la mayor dignidad posible.

No hay sorpresas, ni golpes desconocidos o “balas perdidas”, como diría Julio César Chávez, con quien suelen compararlo, sobre todo por su demoledor gancho.

Geale subió como un ex campeón de alto perfil, que perdió su título FIB de forma apretada ante el inglés Darren Barker en agosto de 2013, y perdió por primera vez con Anthony Mundine en 2009.

Al australiano le sucedió lo mismo que a Matthew Macklin  justamente hace un año, cuando al de Birmingham no le quedó de otra que fajarse y también en el tercero sufrió un escalofriante KO.

Noburo Ishida se presentó con siete derrotas, entre ellas ante Dmitry Pirog y Paul Williams, pero en su currículum resaltaba no haber sido noqueado, además de haber sorprendido al bravísimo James Kirkland; ante “GGG”, el japonés terminó fuera del ring, también en tres episodios.

Recientemente nombrado boxeador del mes por la AMB, se le ha cuestionado sobre sus rivales, que si bien no han sido los mejores clasificados de algún organismo, tampoco se les puede considerar bultos.

Catalogado como oportunista al retar a Miguel Cotto, pocos recuerdan que pide una oportunidad por el cinturón del CMB desde que lo recuperó Sergio Martínez, quien lo perdió ante el boricua.

Campeón desde agosto de 2010, al ganarle el cinturón interino AMB al colombiano Milton Núñez, el kazajo acumula 11 defensas, todas por nocaut; de hecho, la última vez que una pelea suya se fue a las tarjetas fue en junio de 2008, cuando se midió al argelino Amar Amari.

Sin embargo, la forma en que abrió su volado derecho en el KO a Geale, digna del más inexperto aprendiz, deja interrogantes, lo mismo que los golpes que sufrió con Curtis Stevens y Gabriel Rosado.

Pero con puños y quijada de acero, estos puntos débiles parecen irrelevantes, y a diferencia de los demás fajadores sabe cortar los espacios, y estas desventajas restan importancia a sus “movimientos torpes”, como muchos catalogan la forma en que se para y cabecea.

Los únicos oponentes que aprovecharían sus debilidades son Floyd Mayweather y Andre Ward, quienes se encuentran una división abajo y arriba, respectivamente, y un peso pactado se ve complicado, al menos ante el “Money”.

¿Ante quién pelear?

Sin duda unificar le daría mayor renombre.  El campeón OMB, Peter Quillin, también invicto, es la opción más llamativa; Cotto tiene el cinturón verde, y el australiano Sam Soliman, quien sorprendió al alemán Félix Sturm, ostenta el de la FIB.

En los pesos pesados, Deontay Wilder, con 33 victorias, todas por KO, se apunta a concluir con el reinado de Wladimi Klitschko; el norteamericano no se mueve, no lanza un buen jab, no sabe tirar combinaciones ni fintas, pero tiene una pegada endemoniada, tanto, que varios entrenadores y sparrings aseguran que se trata del más fuerte de todos los tiempos.

Podría decirse que Golovkin y Wilder son la competencia directa de los estilistas, esos boxeadores compuestos en un 90 por ciento por movimientos de piernas y cintura, y apenas el 10 por ciento en ataque, y que salvo Mayweather no son comercialmente atractivos.

Dentro del ring, “GGG”, sin mucho boxeo, parece tener el antídoto para erradicar el estilo elusivo que cada vez más aburre a los fanáticos.

“Yo peleo como mexicano”, asegura el boxeador europeo, con récord de 30 (27 KO)-0, y quien es entrenado por Abel Sánchez; esto lo dice quizá para atraer los reflectores que su promotora no ha podido darle.

Y es que ¿quién no quiere ver una pelea de un campeón invicto que es comparado con Chávez?

Gracias por leerme... ASR