29 de septiembre de 2013

La Madre


Es Rusia, en alguno de sus múltiples y desolados pueblos reprimidos por el zarismo, a finales del siglo 19.

Por medio de Pelagia, una mujer de edad madura, madre de Pável y esposa de Mijail Vlásof, Máximo Gorki narra los inicios del comunismo en aquel país, antes de que estalle la revolución que dará origen a la Unión Soviética.


Sin conocer a los creadores de estas ideas, a quienes sólo se refiere como “personas graves e imponentes”, no trata temas doctos ni los explica; el autor simplemente detalla el entendimiento del pueblo, que comprende el punto principal de la revolución, que es la lucha contra la desigualdad de clases y el abuso en los obreros.

IMAGEN: PLANETA ELLAS.COM

Guiados en un principio por jóvenes intelectuales e idealistas de las clases media y alta, así como por profesores, los jóvenes obreros, además del gobierno, se enfrentan a sus propios ideales y modales que deben cambiar para exigir igualdad.

Luego de reconocer las costumbres que llevan a los vicios, surge el intento por modificarlas y ese así como Pável, de 16 años, al perder a su padre lo imita al frecuentar las tabernas e insultar a su madre.

De repente empieza a realizar viajes a la ciudad, donde lee libros de los socialistas, con quienes se reunía en secreto. Después los encuentros se realizan en su casa, donde Pelagia comprende el espíritu del movimiento criminalizado por empresarios y autoridades.

Entonces ella también cambia de parecer y cuando su hijo es arrestado se convierte en “La Madre” de todos los simpatizantes, muchos de ellos reñidos con sus familiares; Pelagia no sólo es la madre de Pável, sino de todos los rebeldes, cuida a quien abre los ojos, a quien exige libertad e igualdad, sin importar que esto le cueste la vida.

Se gana el respeto y recuerda cuando aprendió a leer y a pesar de su edad, se esfuerza por retomar costumbres que hacía antes de casarse.

Conforme se introduce con los insurrectos, le incomoda que duden de su capacidad y voluntad, comprueba que ya no piensa como los campesinos y asimismo que dentro de ellos existen divisiones, diversas tendencias, que a lo largo de la historia marcarán una pauta fundamental de la historia europea y universal.

"Cada cual quería saltar más arriba del otro, y la madre se angustiaba de tristeza…cada cual quería mostrar ante los camaradas que él era quien estaba más cerca de la verdad ", menciona Gorki al respecto.

Inspirada en la vida real de Ana Kirilovna Zalómova, mujer revolucionaria quien, en una entrevista sobre su legado, da crédito a su hijo en todo momento. Y es que fue él quien por primera vez la impulsó a pensar, a ver la realidad, a alejarse de los principios del zar y sobre todo, de la iglesia, normas para manipular a la sociedad, pues antes no solía expresar sus sentimientos, desangelados a causa del abuso de su marido.

"Los hijos, lo más puro de nuestra sangre, los pedazos de nuestro corazón, lo que queremos por encima de todo, sacrifican la libertad y la vida, perecen sin sentir piedad de sí mismos; pues ¿qué no haría yo siendo madre?", refiere el autor.

"No avergüences a tu hijo", se decía al sentirse descubierta por los policías, quienes la seguían en el tren, sabiendo que llevaba consigo las hojas donde se plasmaba el discurso que se pretendía repartir en diversos pueblos.

Una historia aburrida para quienes buscan acción y romanticismo; la única felicidad de estos héroes es luchar pos sus ideales y compartirlos al pueblo para que el gobierno los asimile, a costa de vivir en el anonimato o el exilio. Expresa el amor a los principios humanos y el odio a quienes les decían que sus pensamientos "molestaban a los muertos y despertaban a los cadáveres".

Cada personaje toma su propio camino y así florecen las vertientes de los socialistas quienes, en un principio, su “única arma era la palabra”; unos prefirieron seguir en el campo y con la premisa de asesinar a los gobernantes, y para otros, su prioridad fue la educación… Pelagia, ya rezando menos y pensando más en Jesús, sigue el idealismo de su hijo.

FRASES:
 
"Trabajad para conseguir la libertad...el pan y la verdad han de venir con ella". 
"La verdad anda en silencio por la tierra, busca asilo en el corazón del pueblo".
"Pero el cinismo es evidente y la crueldad irrita al pueblo".
"Más vale buena pelea que mal arreglo".
"En cuanto se comprende un poco, se es tan desgraciado".
"Cuando uno los ve piensa que Rusia será la democracia más brillante de la tierra".
"No creen en Dios, y exhortan a las gentes para el saqueo de las iglesias...eso es lo que hacen".

Gracias por leerme... ASR

21 de septiembre de 2013

Se apagan 'estrellas' en días patrios


Por segundo año consecutivo, fue durante un sábado de Fiestas Patrias cuando un “campeón” decepcionó, o no dio el ancho, en una pelea estelar de box.

Julio César Chávez Jr. y Saúl Álvarez eran vistos como héroes o villanos, dadas las circunstancias un tanto similares de sus respectivas carreras, y ahora la credibilidad de ambos tiene más preguntas que respuestas.


El día que debieron callar críticas y consagrarse como dignos campeones, reflejaron la realidad: les quedaron enormes los cinturones;  impulsados por la mercadotecnia, apoyados por dirigentes, promotores y sobre todo, las televisoras, quienes los sobrevaloraron, se atemorizaron ante oponentes de primer nivel.  

FOTO:VIVELOHOY.COM

En 2007 el deporte de los puños, en el que México destaca desde hace al menos cuatro décadas, regresó a la televisión abierta (primero fue en TV Azteca, en enero, y meses después Televisa) tras poco más de 10 años de ser una exclusividad del pago por evento.

En ese lapso, el público no vio consagrarse a leyendas como Eric Morales y Marco Antonio Barrera, ni cómo concluía el inmaculado reinado de Ricardo López, tampoco la consolidación de Juan Manuel Márquez.  Ante la inmediata respuesta de la audiencia,  el duopolio creó sus propias estrellas.

La gran mayoría de los mejores exponentes mexicanos han competido en pesos chicos –de súper pluma para abajo-, ahí que la apuesta de las televisoras se diera en pugilistas de categorías que generan mayor expectativa en el mercado estadounidense, que ante la carencia de afroamericanos en los pesados, las divisiones taquilleras en la actualidad son ligeros, welters y medianos.

Del lado de TV Azteca estaban Omar y Julio, hijos del mejor boxeador mexicano de todos los tiempos,  Julio César Chávez; el primero de ellos se fue perdiendo a partir de julio de 2009, cuando su rival, Marco Nazareth, falleció tres días después de la pelea, consecuencia de la golpiza que recibió y la negligencia del réferi, que se tardó en detener el combate.

Por esa fecha, en Televisa ya figuraba el carismático Saúl Álvarez,  apodado “Canelo” debido al color de su cabello. El jalisciense, que ostentaba una fuerza descomunal, apenas tenía 19 años y ya arrasaba con multitudes, mientras que Julio poco a poco empezaba a figurar en las funciones sabatinas, sólo que era recibido y despedido con abucheos; pareciera que el apellido le estorbaba e incluso en una ocasión anunció que pensaría en el retiro.

En 2011, aún siendo promesas, ambos eran campeones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que desde hace 38 años preside el tamaulipeco José Sulaimán. Primero lo consiguió “Canelo”, el 5 de marzo de 2011, cuando le ganó el título vacante a Matthew Hatton, en ese entonces con récord de 41 victorias, 4 derrotas y 2 empates. El británico siempre, categoría welter, no había peleado en la división de las 154 ni estaba en el top 10 de los ranqueados, situación que generó controversia.

Poco después, el 4 de junio, el mayor de los Chávez compitió por el cinturón de peso mediano –también vacante-, ante el ex campeón Sebatian Zbik, resultando vencedor en una polémica decisión dividida, pues muchos vieron ganar al alemán.


Con el tiempo y ante la exigencia de mejores rivales, debido a las cuestionables defensas realizadas, los dos aztecas se enrolaron con promotores y entrenadores de grandes ligas.

                                                                  IMAGEN:VIVELOHOY.COM
El 15 de septiembre de 2012, en pleno Grito de La Independencia, bajo la tutela del popular entrenador Freddie Roach, Julio César Chávez Jr. enfrentó el que hasta ahora ha sido su más importante -y último- combate.

Desde su camino hacia el ring, el junior se mostró desconcertado, todo lo contrario que su rival Sergio Martínez, quien iba decidido a recuperar su cinturón que  el CMB le despojó injustamente para otorgárselo al mexicano.

“El Maravilla” avasalló de los rounds 1 al 11 a Chávez, quien no reaccionaba dentro del encordado y en varios descansos discutíó con los integrantes de su esquina.

Para el último episodio, con el rostro deformado y sangrado debido a la golpiza, el todavía campeón e invicto salió decidido a noquear al argentino. Lo perseguía,  fallaba los pocos golpes que lanzaba y en cambio recibía fuertes combinaciones, como había sucedido en toda la pelea.

En la mitad de ese mítico round, tras arrinconarlo sobre las cuerdas, por fin logró conectar a Martínez, con tres potentísimos golpes de izquierda que lo estremecieron, haciéndole sangrar el rostro, e hizo que todo el público del Thomas and Mac Center, de Las Vegas, enardeciera y se entusiasmara.

Ese momento de inmediato emuló al que en 1990 su padre protagonizó ante Meldrick Taylor, cuando a 17 segundos de concluir la batalla y estar abajo en la puntuación de los jueces por primera vez desde que se coronó como monarca, Chávez propinó un formidable gancho al estadounidense, quien se desparramó sobre las cuerdas y el réferi optó por finalizar el enfrentamiento.

Pero Chávez Carrasco, de 26 años en ese entonces, no es ni la sombra de su papá. “El Maravilla” se las ingenió para sobrevivir; se amarró unos segundos y se fue al suelo para recuperar aire, movió las piernas y en el conteo de los últimos 10 segundos tuvo la gallardía de fajarse.

Ese mismo día, producto de la grosera rivalidad entre promotoras y televisoras,  el invicto campeón mexicano “Canelo” Álvarez peleó en Los Ángeles ante Josesito López, un boxeador que tuvo que brincar del peso súper ligero al súper welter.

El ídolo mexicano demostró su superioridad en peso y potencia durante los cinco rounds que duró la pelea, y tras conocerse la derrota de su rival televisivo, se rumoró, entre segudores y expertos, que Álvarez era un campeón digno, de verdad, todo lo contrario que Chávez, a quien su fama se debe por su padre.

Concluido el combate, el junior regresó el cinturón al veterano sudamericano, exigió una revancha y días después su examen antidoping resultó positivo en mariguana. Recibió un castigo de ocho meses sin poder pelear y en ese tiempo descuidó su físico: si antes le era difícil dar las 160 libras, ahora resultaba más complicado.

 Aunque peleará la próxima semana contra Brian Vera, en peso pactado en 165 libras, la derrota aún parece afectarle, así como las indecisiones sobre quién llevara las riendas en su equipo de trabajo, y sobre todo los altercados con su padre. De hecho, este combate ha cambiado cuatro veces de fecha.


 Todo indica  en que el sinaloense, en caso de lograr la tan ansiada revancha ante Martínez, debería de subir a la categoría de los súper medianos. Actualmente su credibilidad como boxeador pende de ese episodio 12.


El fin de semana pasado, en la cartelera más importante del año y con la oportunidad de conseguir una de las victorias más sorprendentes de la historia, el “Canelo” se midió ante el invicto Floyd Mayweather Jr., sin duda el mejor boxeador libra por libra de los últimos 10 años.

En este evento el de Juanacatlán, pese a estar abajo en las apuestas,  tenía todo por ganar y poco que perder boxísticamente hablando, sin embargo, la presión de ser catalogado como el mejor boxeador del mundo era grande. Floyd siempre deja entre ver que sus rivales no pudieron encontrarlo; el canelo ni siquiera lo buscó.

Álvarez, con un boxeo simple y mezquino, en ningún momento hizo por retener su cinturón y el apodado “Money” le dio una cátedra al grado de hacerlo parecer tanto un niño que apenas aprendía  a moverse en el ring y lanzaba sus primeros golpes, y a la vez, un boxeador viejo, acabado, sin aire desde los ocho rounds, como ha sido común incluso en las peleas que ha destruido a sus contrincantes.

Sin la presencia de su promotor y mentor, Oscar de la Hoya, en el MGM de Las Vegas debido a problemas de adicciones, tampoco los neófitos comentaristas de la televisora de Chapultepec  18, ni el público, respaldaron al pelirrojo, quien quedo a deber y en ningún momento ofreció algún argumento para que sus simpatizantes creyeran en que pudiera dar la campanada.

Álvarez estuvo lejos de campeones jóvenes, como Fernando Vargas, quien en el 2001, a pocos días de cumplir 23 años, dio un dignísimo combate ante el legendario puertorriqueño Félix Tito Trinidad.

Es una incógnita la reacción de sus miles de seguidores del pelirrojo más famoso de México, quienes la mayoría de ellos saben más el nombre de las mujeres con que ha salido y de los automóviles lujosos que se ha comprado, que los rivales que ha enfrentado.

También falta por definir la postura que tomarán Televisa y De La Hoya, pues de los boxeadores de Golden Boy, Danny García ha superado retos complicados y pudiera destronar a “Canelo” como el consentido de la empresa que preside Richard Schaefer.


Si Chávez vence a Vera y se da la revancha ante Maravilla, donde tiene amplias posibilidades de salir victorioso, sobre todo por la edad y las constantes lesiones del púgil pampero, Junior reviviría y su televisora sin duda lo colocaría como el gran ídolo que han querido fabricar.

Mientras que el jalisciense no sufrió daños físicos como Chávez Jr., pero sí quedaron más exhibidas sus debilidades, y probablemente no tardará un año en volver a pelear como su homólogo. Ya no son invictos ni campeones y recuperar la credibilidad sin duda les costará.

Aunque a la carrera de ambos aún les queda demasiada cuerda, lo cierto es que decepcionaron en su primera oportunidad de demostrar a propios y extraños un potencial digno de ídolo. México ha tenido más de 130 campeones del mundo, y estas derrotas poco significan para el palmarés nacional, donde figuran nombres como Salvador Sánchez, Vicente Saldívar, Carlos Zárate, Guadalupe Pintor, Daniel Zaragoza, entre muchos otros.  


Gracias por leerme... ASR

16 de septiembre de 2013

No está 'Canelo' a la altura

Arrasa Mayweather con ‘Canelo’

El mote de “The One” del súper evento del sábado en Las Vegas, pertenece a Floyd Mayweather Jr. luego de haber apabullado, episodio tras episodio, a Saúl Álvarez y ganarle en una polémica decisión mayoritaria que otorgó el colegiado.

Y es que en una pelea donde la única igualdad entre ambos era el invicto en sus carreras, una juez calificó un injustificable 114-114, mientras que sus colegas otorgaron 116-112 y 117-111, pese a que fue sólo en el primer round donde el jalisciense pudo competir.



La fina y emblemática silueta del “Money” lució una vez más para finalizar con los brazos en alto, no sólo con su cinturón defendido, sino también con los títulos súper welter del CMB y la AMB que le arrebató fácilmente al mexicano, con quien parecía realizar una sesión de sparring.

En contraste, “Canelo” sufrió una noche triste al conocer por primera vez la derrota y sobre todo mostrarse inoperante, exhibiendo las críticas que desde hace años le han cuestionado sus detractores, como lo es el no saber mover la cintura ni caminar correctamente sobre el encordado, y sobre todo, la irrelevante y desalmada esquina que tiene, donde en cada descanso ni siquiera porras recibió.

Arriba del ring todo el espectáculo fue del norteamericano, quien pese a no utilizar artimañas que son su marca registrada, como codazos, golpes de conejo y el estarse amarrando durante cada intercambio, neutralizó por completo a Álvarez, quien nunca pudo descifrar las simples pero precisas combinaciones de su experimentado rival.

Ante la poca propuesta del pelirrojo, contrarrestado en cada ataque por Floyd, el público del MGM Grand, en su mayoría conformado por mexicanos, permaneció callado, resignado ante la caída de su ídolo, quien ni siquiera lanzó sus potentes derechazos que lo han consagrado; se vio inmaduro y torpe, muy lejano a aquel boxeador ovacionado hace cinco meses en Texas, cuando derrotó a Austin Trout.

Sin estrategia ni variantes, el jalisciense comenzó a respirar por la boca a partir del octavo capítulo. Además evidenció su escasa defensa y ni en los últimos tres minutos trató de cerrar con dignidad el combate, dejando su explosividad y potencia para otra ocasión.

“Canelo”, ahora con 42(30)-1-1, decepcionó a sus millones de fanáticos, quienes se creyeron el cuento de que en él figuraba el nuevo ídolo del boxeo nacional y mundial, mientras que Mayweather, a sus 36 años y con sus 45 peleas ganadas, dejó claro que sigue siendo el rey libra por libra, con la impresión de no haber alguien capaz de quitarle el invicto.

Dany, un campeón menospreciado

Pese a su calidad de invicto y ser el campeón defensor, Dany García era marcado como una víctima más del noqueador argentino Lucas Matthysse, a quien derrotó de manera apretada, pero clara, para defender su título súper ligero del CMB en decisión unánime.

Este combate prometía ser explosivo y concluir por la vía del cloroformo, sin embargo, ambos púgiles se respetaron en todo momento y fue sólo en los últimos treinta segundos cuando decidieron fajarse.


El de origen boricua comenzó lento, midiendo a su rival, sin meterse en el intercambio de golpes. En el segundo round Matthysse, de 30 años, soltó los guantes, fue más agresivo y en los siguientes tres episodios ya lograba encerrar en las cuerdas al “Swift”, quien con movimientos de cintura poco a poco eludió a su rival y comenzó a disparar su poderosa izquierda.

Entonces García, de 25 años, cambió de estrategia y a partir del séptimo asalto, cuando el parpado derecho del sudamericano se inflamó producto de un volado izquierdo, fue amo y señor de la pelea, lanzando toda clase de combinaciones.

Con el panorama a su favor, el oriundo de Filadelfia continuó con el dominio y en el décimo primer lapso, tras conectarle varios ganchos en la zona hepática y dirigirlo a las cuerdas, mando a la lona a “La Máquina Argentina", y aunque parecía que el estadounidense podría noquearlo tras el conteo, Lucas no retrocedió.

Sin embargo, ese punto favorable de la caída lo desperdició en el último round al propinar un golpe bajo que fue apreciado por el réferi Tony Weeks, quien de inmediato le descontó un punto.

Con el ojo repuesto debido a la gran labor de su esquina, el de Chubut, consciente de que sólo un nocaut le daría el triunfo, salió decidido para conseguir ese ansiado título que por diversas circunstancias nunca ha obtenido, y de paso mantener su racha de seis victorias por la vía rápida.

Pero García demostró que es un digno campeón y que tanto esta victoria, como las conseguidas ante Zab Judah, Amir Khan y las dos ante Eric Morales no fueron producto de suerte ni casualidad, y también exhibió su potencial, hizo retroceder de nuevo al argentino, quien padeció su tercera derrota y ahora registra un récord de 34 (32)-3.

Al final, las tarjetas del jurado sumaron 115-111 y en dos ocasiones 114-112, todas a favor de Dany, para consumar su cuarta defensa desde que en marzo de 2012 le arrebató el cinturón al “Terrible” Morales, ligar 27 victorias, 16 por nocaut, y mantenerse en la cúspide de las 140 libras. 

Gana Molina titulo ambulante

En la pelea más aburrida de “The One”, Ishe Smith perdió su cinturón súper welter del FIB ante el mexicano Carlos Molina, tras una decisión dividida.

Pese a pelear en Las Vegas, su ciudad natal, el apodado “Sugar Shay” demostró una vez más su inconsistencia y apenas en su primera defensa perdió el cinturón que le quitó a Corneluis Bundrage.

Mientras que el michoacano conquistó su primer título luego de sufrir una polémica descalificación ante James Kirkland, en marzo de 2012, en su primer intento por consagrarse como campeón.  

La pelea estuvo en todo momento trabada, sin propuesta de ninguno de los contrincantes, reconocidos por los pocos nocauts que acumulan y que ninguno ha perdido por la vía rápida. Dos jueces la sancionaron 116-112 y 117-111 para Molina, mientras uno vio ganador al estadounidense por 116-112.

Este título, antes en poder de “K9” Bundrage, ha cambiado de poseedor en sus últimas tres exhibiciones y todo apunta a que sería contra Saúl “Canelo” Álvarez con quien Molina lo expondría en su siguiente pelea.



No convence Cano

Sus grandes cualidades parecen no terminar de convencer en Paulo César Cano, quien venció en una decisión dividida al inglés Ashley Theophane, en pelea pactada a 10 asaltos.

En el pleito que marcó el inicio de la velada, la fragilidad de las cejas del de Tlalnepantla quedó evidenciada de nueva cuenta cuando en los primeros rounds ya sangraban profusamente, a causa de golpes sin mucha potencia.

Lo mismo demostró en el poder de sus puños, que en dos ocasiones tambaleó al británico sin lograrlo depositar en la lona, y además no aprovechó cuando su rival estaba mermado.

Theophane, del equipo de TMT de Mayweather, por momentos puso mal al mexicano y cuando fue vapuleado no cayó a la lona, demostrando tener una fortísima quijada en la que se refleja el por qué no ha sido noqueado, pese a sumar ya con esta seis derrotas.


Con dos decisiones a favor de 97-93 y 98-92, y una en contra de 94-96, “El Demoledor”, de 23 años, se sacude su derrota de abril ante Shane Mosley y espera otra oportunidad de título.