30 de noviembre de 2014

Golpiza innecesaria para José Luis Castillo

Si observamos con atención aquel combate de abril de 2002, José Luis Castillo le ganó claramente siete asaltos a Floyd Mayweather Jr., quien se presentó con 23 nocauts en 28 triunfos…


Si observamos con atención aquel combate de junio de 2007 ante el británico Ricky Hatton, invicto y campeón welter FIB, notamos que el “Temible” ya no estaba en condiciones para disputar cinturones internacionales.


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El viernes 28 de noviembre viajó a Rusia y perdió ante el local Ruslan Provodnikov, en un combate que resultó emotivo y en el que sacó la casta y exhibió las carencias defensivas de su rival, aunque como estaba previsto, se impuso la potencia del europeo en el quinto asalto, con un formidable KO.

Castillo no era el rival idóneo para que el ruso demostrara que estaba vigente tras perder su cetro súper ligero OMB de forma polémica ante Chris Algieri; en las 140 libras hay rivales como Emmanuel Taylor, John Molina, Humberto Soto, Thomas Dulorme, por mencionar algunos.

Pero sí era el indicado para que Provodkinov mostrara sus condiciones de boxeador avasallador como ante Mike Alvarado y los episodios en que Tim Bradley lo permitió; ante el mismo Bradley, con Algieri y Mauricio Herrera demostró que no tiene piernas ni cintura.

 Pero quizá la cuestión económica motivó al sonorense a aceptar la desigual riña, una de tantas que ha habido este año, entre ellas la de Gennady Golovkin ante Veneno Rubio. El hecho de ser mexicano y su historial, fueron el complemento para el viaje a Rusia.

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Desde su combate contra el “Hitman” inglés, en el que ya no pudo recuperarse de un gancho al hígado que Hatton le aplicó al más puro estilo mexicano, Castillo realizó 16 peleas, perdiendo ante eternos prospectos como Jorge “Marometiro” Páez y Alfonso Gómez, y derrotó a desconocidos como Feliz Bojorquez e Iván Popoca.

Asimismo se midió a rivales de baja calidad. En 2008 enfrentó a Roberto Valenzuela, quien ostentaba un escalofriante récord de 50 triunfos, 47 derrotas y dos empates; aunque lo noqueó en el round 6, dos años después le dio la revancha. Además enfrentó a Sammy Ventura, con marca de 26-21, y a Carlos Urias, con 41-16.

El “Temible” no estará en el salón de la fama, incluso, se encuentra un escalón debajo de ídolos como Antonio Margarito y Fernando Vargas, dotados de la explosividad que caracteriza al pugilista azteca, pero que perdieron combates claves para consolidar su carrera.

En su primer enfrentamiento contra Diego Corrales, en mayo de 2005 por la unificación de los cetros OMB y CMB de peso ligero, Castillo fue el antagonista de la que quizá haya sido la reacción más sorprendente y heroica: luego de ser enviado dos veces a la lona en el décimo asalto, el “Chico” se levantó y contra las cuerdas descargó varias combinaciones sobre el mexicano, y el réferi Tony Weeks optó por detener las acciones.

Cinco meses después noqueó contundentemente a Corrales, aunque la pelea entre ambos que todos recuerdan en la actualidad sigue siendo la primera.

El boxeador que convenció al “Money” de que solo corriendo podría plasmar su estilo, pues plantársele de frente a cualquiera con buena pegada a partir de ligero, una división donde no lucía tan grande, no era la mejor idea.

Ante Mayweather se presentó con tres derrotas, dos de ellas ante el tapatío Javier “Chatito” Jáuregui, y en la revancha Floyd lo dominó claramente, pero de haberse hecho justicia en el primer pleito, la principal excusa de la carrera mercadológica del “Rey del pago por evento”, su “invicto”, no tendría el impacto de hoy y sus ventas serían mucho más bajas.

Es muy posible que Castillo, con marca de 66-13-1, siga boxeando y su oposición sean peleadores como Ventura, Urias y Valenzuela, pues el de Empalme, Sonora, lamentablemente pertenece al círculo de guerreros mexicanos que no supieron administrar su carrera y subirán al ring hasta que el cuerpo se los permita.

23 de noviembre de 2014

Y sigue sin noquear el “Pacman”

Aunque derribó en seis ocasiones a su poco conocido oponente y fue el único en el ring, Manny Pacquiao no lució del todo ante Chris Algieri, a quien derrotó en una amplísima decisión unánime 120-102 y 109-103 en dos ocasiones en el Hotel Venetian de Macao, China.

Podría decirse que el filipino abusa de los grandulones. Algieri, con 1.80 de estatura, era el rival más alto que el pupilo consentido de Freddy Roach ha enfrentado, y pese a su fina movilidad, emuló por momentos a Antonio Margarito, a quien Manny masacró en el 2010 para ganar el campeonato súper welter del CMB. súper welter del CMB.

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En esta ocasión, Manny retuvo con facilidad su cetro OMB welter, pensando en bajar a súper ligero, categoría en la que no compite desde mayo de 2009, cuando masacró a Ricky Hatton, esto quizá ante la negativa de Floyd Mayweather Jr. para pactar el tan ansiado combate entre los dos boxeadores más dominantes de la última década, al menos en el mercado.

Y es que se eligió al neoyorquino para que Manny luciera tras cinco años sin noquear; era el oponente ideal para reconquistar al público de China y presionar al “Money”. El récord de 20-0, 8 nocauts de Algieri nada decía: su sorpresiva y cuestionable victoria ante Ruslan, no le dieron méritos suficientes para enfrentar a un top 5, y subió al ensogado con varios planes enfocados exclusivamente a la supervivencia.

Pero pareciera que “Pacman” no se preparó del todo bien. Entre su nueva etapa como basquetbolista profesional y pensar en regresar a las 140 libras ante Danny García (quien planea subir a welter), en la pelea del sábado exhibió errores a la defensiva que serían letales ante cualquier clasificado, además de que no supo liquidar a su oponente, primero en el sexto asalto y después en el noveno.

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Quizá por el fulminante nocaut que le propinó Juan Manuel Márquez, o porque su velocidad ya no es la misma de antaño, Pacquiao ha perdido agresividad en sus últimas peleas y se ha notado más precavido. De las seis caídas que sufrió Chris, al menos tres fueron resultado de estar mal posicionado, con golpes sin mucho impacto.

Ya con 35 años y marca de 57-5-2, y sólo un nocaut en sus últimas 10 presentaciones, Manny ya no arrasa, no busca matar desde el principio, pero se ha vuelto un boxeador más inteligente, capaz de dominar todos los asaltos, y bajar de división no parece ser el método para retomar el poder con el que liquidó a Marco Antonio Barrera, Erick “Terrible” Morales, entre otros, que lo hicieron acreedor a ser llamado como el “devorador de mexicanos”.

En tanto Algieri, de 30 años, quizá tenga la oportunidad de recuperar su título súper ligero que cuestionablemente dejó vacante, pues son muchos los casos de boxeadores que suben para retar a un campeón, sin perder su cinturón, como el panameño Anselmo “Chemito” Moreno ante Abner Mares en 2012.

Gracias por leerme... ASR

18 de noviembre de 2014

La caída del súper 'Alien'

Con o sin su máscara de alienígena, Bernard Hopkins sí es de otro planeta; de esto no quedó duda el sábado 8 de noviembre, en la pelea que perdió su cinturones semipesados de la FIB y la AMB.

Ante un rival 19 años menos viejo que él, dos veces más fuerte y que vive su mejor momento, el otrora “Ejecutor” subió al ring solamente a sobrevivir: ante los ojos de los tres jueces no ganó un solo asalto.

Su rival, el voraz ruso Sergey Kovalev, campeón FIB y OMB, se presentó con nueve nocauts consecutivos, muchos antes del tercer episodio y ante oponentes invictos.

FOTO: TOMADA DE INTERNET

Con poco más de 10 años sin ganar por KO, (Septiembre de 2004 ante Oscar de la Hoya, cuando obtuvo los cetros de las cuatro divisiones mundiales en peso mediano), Hopkins apostaba a desesperar al “Krusher”, ensuciando la pelea, manteniendo la distancia.

Sin embargo, su picardía y un excelso juego de cuerdas que exhibió de poco le valieron ante paciencia, certeza y potencia del ruso, quien lo estudió a la perfección y  apenas en el primer episodio lo depositó en la lona con un golpe sólido; desde temprano el “Extraterrestre” debió pensar en el plan b.

“B-Hop” amarraba, daba codazos, conectaba el jab, volado y salía, pero el europeo no se desesperó y en el momento oportuno conectaba los siempre definitivos golpes de poder, que tambalearon al estadounidense episodio por episodio.

El ruso lo estudió a la perfección, sin duda invirtió muchas horas en observar los pasos del quincuagenario e histórico Hopkins, quien al parecer se confió de que su experiencia se plasmaría como cuando sorprendió y les quitó el invicto al entonces peligroso Kelly Pavlik en 2008, o a un tibio Tavoris Cloud en 2013, esta última pelea en la que se erigió como el boxeador más longevo en coronarse en toda la historia del boxeo.

Para su desgracia, Kovalev dejó en claro que no es un Antonio Margarito, un Brandon Ríos o hasta un Lucas Matthysse, los tres voraces noqueadores, pero quienes han tenido complicaciones ante oponentes que tan sólo les caminan bien sobre el ensogado.

El campeón e invicto en las 175 es más boxeador de lo que se cree. No nada más es su derecha de acero. Aquella caída en el primer asalto ante el australiano Blake Caparello en agosto pasado fue insignificante, un simple accidente, como las múltiples que sufrió Sergio “Maravilla” Martínez con Matthew Macklin, o Mike García ante el boricua Román Martínez.

Sergey debutó y se ha consolidado en Estados Unidos, de hecho nunca ha peleado profesionalmente en su país, aunque el campeonato lo consiguió en el Reino Unido, donde noqueó al local y entonces invicto Nathan Cleverly para arrebatarle el cinturón OMB.

Sin contar los múltiples “campeones” que considera la AMB en una misma categoría, a Kovalev, invicto con 23 KO y un empate en 27 combates, solamente el cetro del CMB que ostenta Adonis Stevenson, a quien muchos quieren que unifique para repetir la hazaña de Hopkins en las 160 libras cuando derrotó a De la Hoya: ser el único gobernante de todas las categorías.

Aunque el mismo De la Hoya, socio de Hopkins en Golden Boy Promotions, dejó entrever que el “Alien” se enfrentaría al “Súperman”, quien tiene una pegada similar a la de Sergey.

Lo cierto es que Hopkins, a sus 49 años de edad y con marca de 55-7-2, ya no es campeón, se llevó la peor golpiza de su vida, pero puede presumir que salió vivo ante una de las pegadas más electrizantes en los semicompletos de todos los tiempos y podría mentalizarse y aprender, como lo hacen los novatos.

Mucho se habla de que si esta pelea hubiera sido con un Hopkins 10 años más joven sin dudas habría doblegado al “Krusher”; no sé qué tan posible sea, pero de lo que estoy seguro es que difícilmente Kovalev logre la mitad de la gloria que posee el gran Bernard.


Gracias por leerme... ASR