¿Por qué mejor no te cuelgas
un cristo? Me dijo la señora a la que compro pan en el Centro, mientras veía
fijamente mi dije de tortuga.
Suspiré profundo, en busca de
alguna respuesta boba que me evitara lanzar un discurso existencialista. “Es
que me la regaló alguien a quien quiero mucho”, le expliqué.
“Pero es mejor un cristo”,
añadió.
Doble suspiro. Quise decirle: “no
me gusta la imagen de un tipo madreado brutalmente, que bien podría ser alguno
de los dos campesinos que recientemente lincharon en Puebla, acusándolos, con
pocos fundamentos, de secuestradores y a las pocas horas de que fallecieron, se
supo que eran inocentes… al igual que Cristo, a quienes los romanos reconocieron
como ídolo 300 años después de haberlo masacrado”… pero mejor sonreí, e hice
como que no la escuché.
Sin embargo ella replicó: “¡es
mejor un cristo!”. Sonó mi teléfono y lo ignoré, al ver esa lada que inicia con doble cinco y dar por entendido que me marcaban desde
la capital, algún banco vendiendo seguros, lo más probable. Le pagué con un
billete de Benito, de 20 pesos, claro está, y cuando me dio los 5 de cambio, repitió
su frase católica: "¡es mejor un cristo!".
“Es que nunca he comprado un
crucifijo, y no me interesa”, respondí yéndome de prisa, recordando que hace no
mucho, esa misma señora me preguntó qué bebía, y al explicarle que era un jugo
antioxidante de fresa, uva y zarzamora, aseguró que es muy dañino mezclar
frutas e ingerirlas (¿Por qué hay gente que a todo le encuentra un pero… que te
cuestiona todo lo que haces?).
Acaricié mi tortuga y recordé
que hace muchos años leí que ellas representan la paz y la sabiduría. Y me
gustó creer esa idea, sin necesidad de construir dioses ni ídolos protectores
de credos, mandamientos y demás órdenes religiosas y políticas que han
incentivado, durante muchos siglos y milenios, a que las sociedades sean una basura,
de estar luchando unos a otros por el odio ideológico y buscar una razón única…
un camino único, una verdad auténtica y real, basada en seres supremos que no
nos consta su existencia, y en deidades que figuramos a nuestra propia imagen…
en cambio a la tortuga la puedes ver en un lago, en el mar, en un charco o en
una pecera. Se mueve y es parte de nuestro espacio. Y eso es lo que cuenta:
valorar lo que ves, lo que está a tu lado, lo que estimas por lo que has
vivido, no lo que supuestamente vendrá para salvarnos si somos buenos, o
castigarnos en el infierno si fuimos malos.
ASR
2 comentarios:
Muy bueno! Felicidades!.
P.D. creo que me equivoqué con el pasaporte yucateco, no importa, ya se que sera para la siguiente visita! Jejeje. Bling bling Bro!
Jajaja, apenas leo este comentario! Espero visitarte pronto, amig9, aunque no será este año 😑
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