André Ward domina a la perfección
el ring, donde se mueve como un león en la sabana. Cuando pelea, son raros los
dardos que desperdicia. Amarra, retrocede y sale de las cuerdas. Es un maestro
del box.
IMAGE: KNOCKOUTNATION.COM
Esta ausencia no fue
inconveniente para comprobar su poderío ante Edwin Rodríguez, quien fue
exhibido pese a que trató de deslucir la pelea desde el comienzo amarrándose,
aunque rápido se desesperó y sólo le quedó boxear y luego fajarse, siendo
opacado en ambas.
¿Por qué no es popular pese a ser, quizá, el
campeón con más meritos y uno de los púgiles más completos?
Su apodo, “S.O.G.” (Son of God), poca
relevancia mediática tiene, y más si se le quiere comparar con quien se hace
llamar “Money” y ha consolidado su carrera y notoriedad a través de una falsa
fanfarronería.
Su personalidad va de acuerdo con
la postura extra profesional que ejerce -devoto cristiano-, además que ha sido
catalogado por sus rivales y la prensa como un peleador sucio, situación que no
sucede con Floyd Mayweather ni con su barata imitación, el campeón welter
Adrien Broner, quienes no dudan en aplicar marrullerías arriba del ring.
El californiano barrió con el
súper six de los súper medianos en 2011, derrotando claramente a monstruos como
Carl Froch, Arthur Abraham, Mikkel Kessler, entre otros, contrario a
Mayweather, quien se dedica a enfrentar boxeadores acabados, lacerados o a modo,
siempre en condiciones siempre favorables a él.
Incluso su récord es, podría
decirse, modesto, -27 peleas, 14 nocauts-, si tomamos en cuenta que ya tiene 29
años y lo comparamos con Saúl “Canelo” Álvarez, quien tiene 15 peleas más pese
a ser menor por siete años de edad.
Difícilmente “S.O.G.”, que además
ganó medalla de oro en Atenas 2004, retaría a peleadores más chicos o fijaría
un peso preciso, como las polémicas 152 libras que exigió Mayweather a
“Canelo”.
Poder, inteligencia, clase y
humildad. Pocos afroamericanos poseen estas características en las categorías
grandes, pues quienes ejercer estas condiciones militan entre los pluma y
welter.
Aún se le acusa de ser sucio y
aburrido, pese a que en sus últimas batallas ha tenido que zafarse de los
abrazos y lidiar con cabezazos que provocan intencionalmente sus rivales e
incluso, es él quien busca el nocaut.
Lamentablemente su error principal
se debe a su poca actividad (tres combates desde diciembre de 2011), lujo que
sólo grandes taquilleros como el siempre mencionado Mayweather o Manny Pacquiao
pueden darse.
Tras derrotar al dominicano
mencionó que le interesa enfrentar a Julio César Chávez, quizá buscando, a parte
de una extraordinaria bolsa, darse a conocer en diversos países y dejar en
claro que está para ser considerado el mejor libra por libra.
De darse esta pelea, seguro
competiría contra Canelo-Mayweather no en rating, pero sí en cuál sería más
desigual. Y si después de que sucediera esta alta probabilidad la clase de Ward
siguiera en el abismo, entonces sí no entendería a los fanáticos boxísticos.
Gracias por leerme... ASR
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