20 de mayo de 2015

‘Triple G’ y ‘Chocolatito’, campeones sólidos y espectaculares

El sábado 16 de mayo, al Forum de Inglewood, California, Gennady Golovkin subió al ring para reafirmarse como el boxeador más espectacular del momento, mientras que Román González sorprendió en su primera presentación en las grandes plataformas de Estados Unidos.

Hablamos de dos boxeadores que dominan sus divisiones, que sin duda se encuentran dentro del top 10 de los mejores libra por libra -quizá top 5 ambos- del momento, y que deberán ser las principales figuras de HBO en lo que resta del año.


Sus rivales, Willie Monroe Jr, prácticamente desconocido, cuya única referencia consistía en haber conquistado el torneo Boxcino ESPN 2014, y Édgar Sosa, un veterano peligroso, pese a que se encuentra en la recta final de su carrera.

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El primero en aparecer fue “Chocolatito” y en apenas dos episodios demostró que es el mejor de los pesos pequeños; Sosa, aunque fue un digno contrincante, simplemente no existió en el ensogado y lució como un principiante frente al poderío del nicaragüense. 

No hubo round de estudio y aunque el mexicano pudo contenerlo y contragolpearlo, de inmediato se notó la superioridad de Román.  Justo en la mitad del segundo round se produjo la primera caída, luego de que el mexicano recibiera un seguidilla de seis golpes, con rectos de ambas manos a la quijada. Diez segundos después y a causa del agobio del “Chocolatito”, Edgar volvió a caer.

Como buen representante azteca, el capitalino de 335 años se fajó y cuando quedaban 27 segundos, en cuanto su rodilla tocó la lona por tercera ocasión, el réferi detuvo el combate. Con la humildad que lo ha caracterizado siempre, el centroamericano abrazó primero a su rival antes de festejar y convertir en aplausos los abucheos con que minutos antes fue recibido por los asistentes mexicanos.

González, de 27 años y ahora con récord de 43 (37KO)-0-0, ha vuelto a poner en lo más alto a su país luego de que en los 80’ lo hiciera el inmortal Alexis Argüello, y no suena descabellado nombrarlo como el mejor boxeador latino de la actualidad, tras realizar su segunda defensa exitosa del cetro mosca del CMB.

En contraste, Sosa sufrió su novena derrota, la tercera por nocaut, y se quedó con 51 triunfos (30 KO), sin empates, y existe la probabilidad de que en las próximas semanas anuncie su retiro.

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Golovkin, en la cima

No es común que un peleador originario de un país transcontinental se gane el cariño del público en territorio norteamericano, aunque el caso de Golovkin, ahora con 20 nocauts consecutivos y 14 defensas de su cinturón mediano AMB,  es una excepción.

Ahora se enfrentó a un zurdo sumamente técnico, que se movía mientras lanzaba el jab, cruzaba la guardia y lo hizo ver mal por momentos; aun así, ser fiel a su estilo de presionar en todo momento le valió satisfacer a sus seguidores, que se multiplican pelea tras pelea.

Monroe Jr. arrancó como se esperaba, utilizando el jab con su mano derecha y saliendo del intercambio de golpes con el juego de piernas, aunque apenas recibió los primeros golpes y trató de contraatacar al kazajo, lo cual le costó caro.

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Con un volado de izquierda que no se esperaba, “Triple G” lo mandó a la lona en el segundo round. Tras el conteo, el norteamericano de 28 años se fajó en el centro, sufriendo la segunda caída en el mismo episodio y estando al borde del nocaut, pues aún quedaban 50 segundos.

Aunque propinó un buen volado en la quijada de GGG, la “Mangosta” recibió castigo en el contraataque y parecía que en el tercero terminarían las acciones, sin embargo el boxeador de ascendencia cubana ajustó e intercambió golpes a corta distancia, y en ocasiones los volados de Gennady quedaban en el aire.

Monroe dio lo mejor de sí en los siguientes episodios; movía la cadera y salía airoso en su ataque, incluso sorprendió la forma en que respiró Golovkin al concluir el cuarto episodio, ya que nunca se le había visto tan agitado.

En el quinto Willie lastimaba el rostro de su rival hasta con tres golpes seguidos, lo hacía retroceder con ganchos al hígado; por momentos parecía que él era el formidable noqueador. En los minutos finales el de Kazajistán se desesperó y lanzó golpes sin orden, buscando no perder un segundo asalto de forma consecutiva.
Pero en cuanto empezó el sexto se vio al “GGG” que todos conocen. Rápido y letal, lanzó 10 golpes sin respuesta, entre ellos un formidable gancho a las zonas blandas y dos uppers a la quijada con los que arrinconó sobre las cuerdas a Monroe, quien tras tambalearse se fue a la lona y aunque se levantó justo a tiempo, el réferi determinó que el combate había terminado.

Con el ojo derecho inflamado terminó Monroe Jr., de pie pero luciendo inconsciente, pues las últimas combinaciones que recibió fueron brutales. Pese a registrar su segunda derrota, demostró ser un excelente boxeador, pero para su mala fortuna, en su primera pelea de título mundial le tocó enfrentar al único rival que no tenía probabilidades de vencer.

Poseedor de un récord de 19 (6KO)-1-0, no hay dudas que el neoyorquino tendrá más probabilidades de disputar un campeonato, pues es el único que realmente pudo frustrar al temible Golovkin, quien con su estilo de presionar en todo momento y un alto porcentaje de precisión, no necesita de combinaciones vistosas para convertirse en el preferido de los espectadores.

La fanaticada ya adora al “Triple G”, ahora con marca de 33 (30KO)-0-0 y también campeón interino del CMB. Incluso hay quienes anhelan verlo ante Floyd Mayweather Jr., pues dan por un hecho que Saúl Álvarez y Miguel Cotto no son adversarios para él.

 La estrategia publicitaria para convertirlo en ídolo de los latinos, en particular del público azteca continúa siendo un éxito, pues cuando se le cuestionó su endeble defensa, respondió que a él le gusta ganar como lo hacen los mexicanos, declaración que derivó en una lluvia de aplausos que retumbó en todo el Fórum de Inglewood.

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Campeones, invictos y explosivos, González y Golovkin no titubean a la hora de regalar espectáculo a la afición y no se ve cuál rival pudiera frenar sus ascendentes carreras. Se habla de que “Chocolatito” podría buscar su cuarto título en distintas divisiones ante Naoya Inoue en súper mosca, ya sea para retornar a Japón, o bien, que el “Monstruo” nipón traslade su joven y sorprendente carrera a Estados Unidos.

En tanto que de Gennady externó que quiere enfrentar lo más pronto posible a “Canelo” Álvarez o a Cotto, aunque ve con buenos ojos que estos dos peleen primero entre ellos y que el vencedor se convierta en su rival.

11 de mayo de 2015

Luce majestuoso el ‘Canelo’ ante Kirkland

El regreso a un cuadrilátero no pudo ser mejor para Saúl Álvarez, quien derrotó en tres rounds a James Kirkland con un espectacular nocaut, justo una semana después de la decepcionante “Pelea del Siglo”.

Con el estadio Minute Maid Park de Hosuton, Texas totalmente volcado a su favor, “Canelo” aguantó el agobiante inicio del “Mandingo Warrior”, quien lo encerró en las cuerdas y tomó la iniciativa por más de un minuto, pero en cuanto pudo salirse de la “zona de fuego” dio un golpe de autoridad.

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Álvarez se situó en el centro del ring, donde mejor se desenvuelve, y usando el jab comenzó a alejarse de su oponente para sorprenderlo apenas en su primer contraataque, una combinación de tres golpes que cerró con un recto derecho que lo mandó a la lona; incluso concluyó el primer asalto a punto de volver a derribarlo.

El siguiente episodio fue muy similar al inicial y Álvarez hizo honor a su apodo: lucía totalmente colorado, a causa del asfixiante ataque del estadounidense, sin tener una movilidad defensiva aceptable. Pero estos desaciertos pasaron casi desapercibidos ante su abrumador dominio, que selló con un sorprendente gancho de izquierda a la mandíbula.

El jalisciense respondía con más inteligencia; quedó claro que Kirland pegaba con menos potencia y se defendía peor que su oponente, por lo que un desenlace en su contra estaba más que cantado, pues no ajustó y se la jugó con su estilo, lo que le costó sufrir su segunda derrota, ambas por la vía rápida.

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Ya en el tercer asalto todo era miel sobre hojuelas para “Canelo”, pues se sabía de memoria las combinaciones del texano, a quien mandó a la lona por segunda vez con un uppercut de derecha. Con ambos ojos inflamados y tambaleándose, James se levantó sólo para prolongar el castigo.

Cuando restaban 42 segundos, Saúl por fin tuvo éxito en  la finta que buscó toda la noche: un golpe de izquierda descendente a la zona hepática seguido de un derechazo que entró de lleno, dado que Kirkland cayó en la trampa y bajó ambas manos para intentar contener el primer disparo, resultando así uno de los mejores nocauts del año.

kirkland, de 31 años y quien se presentó con una impresionante marca de 32 (28KO)-1-0, giró al momento de recibir el golpe y se derrumbó fulminado, tardando un par de minutos en recuperarse. Al texano le pesó la inactividad de año y medio, pero principalmente la ausencia de su ex entrenadora Ann Wolfe en su esquina, dejando de manifiesto que fue una mala idea unirse a las filas de su nuevo promotor, el rapero 50 Cent.

Fueron alrededor de 40 mil personas los que se presentaron en el Estadio del equipo de béisbol los Astros de Houston, la gran mayoría simpatizantes del mexicano, quienes presentaron el resurgir de Álvarez ante las dudas que dejó en sus últimos tres combates, e incluso su último triunfo convincente fue en territorio texano, cuando en abril de 2013 despachó a Austin Trout en el Alamodome de San Antonio.


Luego de este combate, los fanáticos del boxeo agresivo podrán olvidarse del fisco que resultó la velada entre Manny Pacquiao y Floyd Mayweather, y mientras siga enfrentándose a oponentes con las condiciones de Kirkland, tendrán a “Canelo”, de 24 años y ahora con una marca de 45 (34KO)-1-1, entre sus preferidos.


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“¿Canelomanía?”

Una vez finalizado el show, quizá el más contento de los presentes en el Minute Maid Park era Oscar de la Hoya, pues el resultado significó para él un respiro de oxígeno puro.

Tras lanzar varias indirectas sobre lo exhibido en la “Pelea del Siglo” del sábado 2 de mayo, a la que catalogó como un “baile con abrazos”, no dudó en asegurar, por enésima vez, que su consentido Saúl Álvarez será el referente del boxeo en los próximos años.


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“Esta es la acción y los combates que quiere ver la gente, es el comienzo de una era, de la 'Canelomania'. La semana pasada (Mayweather vs Pacquiao) vimos el pasado, y esta noche vimos el futuro del boxeo", dijo un muy sonriente De la Hoya, quien se ha recuperado de la fuga de talentos que sufrió luego de que Richard Schaefer se alejara de Golden Boy Promotions.

Y es que cuando Schaefer se unió con el empresario Al Haymon, figuras como Danny García, Leo Santacruz y Deontay Wilder dejaron de pertenecer a la empresa de De la Hoya, quedándose como principales referentes boxeadores que debían recuperar su legado, como el argentino Lucas Matthysse y el propio Álvarez.

El mes pasado, Matthysse mostró que ha avanzado en su defensa y por momentos dio cátedra a Ruslan Provodnikov, en lo que resultó como la mejor pelea de lo que va del año, y este sábado el “Canelo” no defraudó a su promotor e incluso dio la mejor exhibición de su carrera desde que se enfrentó a Josesito López, quien en ese entonces peleaba en súper ligero y debió subir dos categorías.


Ahora que cambió de televisora se espera el segundo intento mercadológico para convertir a  Álvarez en el mexicano más popular del momento, tomando en cuenta la inactividad de Juan Manuel Márquez. Consolidado entre los mejores súper welter del momento, con el respaldo de TV Azteca y HBO, volverá de inmediato al pago por evento, apuntando a Miguel Cotto, campeón mediano del CMB.

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Y es que en las 154 libras difícilmente lo enfrentarán contra Demetrius Andrade, quien ha retado directamente al jalisciense, aunque también ha manifestado sus intenciones de subir de división. Los gemelos Jermell y Jermall Charlo, Vanes Martyrosyan o el veterano y campeón de la FIB Cornelius Bundrage parecen los oponentes indicados para que el mexicano siga convenciendo a sus fieles.

Una explosiva pelea contra Gennady Golovkin no está en la mente del “Golden Boy”, pues se caerían todos sus planes. Basta señalar que “Canelo” se vio mal ante James Kirkland mientras estuvo sobre las cuerdas y al responder, fue más por instinto que por estrategia; aunque demostró tener una buena quijada, no sería conveniente ponerla a prueba ante el sensacional kazajo.

El fervor que hoy provoca Saúl era mayor antes de perder contra Floyd Mayweather, aunque peleando con oponentes de las características de Kirkland su popularidad se renovará y su éxito taquillero seguirá vigente.

El pelirrojo más famoso de México está de vuelta; atrás quedó la exhibida ante el “Money” y la aburrida contienda con Erislandy Lara, y mientras no vuelva a enfrentarse a rivales de estas condiciones, se podrá hablar de la “Canelomanía”.

ASR

4 de mayo de 2015

El 2 de mayo perdió el boxeo... ¿Qué sigue?


Cuando Julio César Chávez se enfrentó a Pernell Whitaker, en septiembre de 1993, los jueces que calificaron empate en esa pelea, le hicieron un gran favor al boxeo.

En aquel entonces, el mexicano se erigía como el boxeador más carismático del mundo y buscaba la proeza de coronarse en peso welter ante un rival que cumplía con todos los requisitos de un antagonista: fanfarrón, con un estilo defensivo pulcro, de ataque reservado y sobre todo, un tipo que sabía cuándo y cómo ensuciar las peleas, enemigo de brindar espectáculo para el público.

En 1993, J.C. Chávez no pudo descifrar a Pernell Whitaker y cayó en su juego
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En pocas palabras, Whitaker era el equivalente a lo que hoy es  Floyd Mayweather Jr., y sin duda, su exitosa carretera mucho ha influido en el método extremadamente defensivo que hoy practican la mayoría de los afroamericanos. Contra Chávez, más que el cinturón CMB  de las 147 libras, estaba en juego ser el mejor libra por libra, ya que Mike Tyson se encontraba en la cárcel.

Aquel “megacombate” no cumplió con las expectativas y decepcionó a los aficionados, más por el estilo que mostró el estadounidense que por la inefectividad de la estrategia del sonorense. En los medios norteamericanos y de países como Puerto Rico se habló de un robo, asegurando que se protegió la calidad de invicto de Julio César.

El motivo principal de las acusaciones fue que dos jueces anotaron 115-115, es decir, en algún round puntuaron 10-10 en lugar del tradicional 10-9 a favor de alguno de los contrincantes; cualquiera que haya sido el motivo, rememoro este combate porque en ciertos aspectos, podemos compararlo con la “Pelea del Siglo” que sostuvieron el sábado Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao.

Manny Pacquiao tropezó ante el sello que carcateriza al "Money": la táctica defensiva
FOTO: SHOWTIME

La mayoría de los expertos vieron ganar claramente al “Money” debido a que el filipino apenas pudo inquietarlo en tres o cuatro episodios, y el resto del trámite se desarrolló a placer de Floyd. Pero en los 90, correr y lucir un ataque mediocre era insuficiente para derrotar al consentido del público.

Más de 20 vueltas completas ha dado el planeta desde entonces y el boxeo ha cambiado en México y en todos los continentes, tanto, que hasta parece otro deporte, y ahora los abucheos para Mayweather, quien peleó en su casa, nada impactaron al jurado, en tanto que al juez muy poco le importó la forma en que el pelador local ensució la pelea cuando se imponía el ataque de su rival.

El 2 de mayo, en el MGM Gran de Las Vegas no nada más perdió el último ídolo internacional, sino el boxeo en general. Se comprobó que se rige la mercadotecnia, que al igual que el futbol, predominan los grandes sueldos sobre el espectáculo.

Las peleas memorables de los últimos años han sido un poco espontáneas, como fue el caso de las trilogías Arturo Gatti-Micky Ward y Marco Antonio Barrera-Erick Morales, así como los pleitos que sostuvieron estos dos últimos ante Pacquiao, o peor aún, las han estelarizado boxeadores que quizá no entrarán al salón de la fama y difícilmente lleguen a recibir un pago de primer nivel, como ha sido el caso de Rafael Márquez e Israel Vázquez, quienes se enfrentaron en cuatro sangrientas batallas, o recientemente Ruslan Provodnikov y Lucas Matthysse, cuyo excepcional combate no fue visto ni por un cuarto de los que presenciaron la aburridísima “Pelea del Siglo.

Sin disputar ningún título de por medio, Micky Ward (izq.) y Arturo Gatti (der.) paralizaron al mundo boxístico con tres sorprendentes peleas entre 2002 y 2003
FOTO: EDMUNDHOLLAND.COM

Y fueron las tres épicas peleas entre Barrera y Morales lo que resucitó al boxeo mexicano tras la partida de Chávez, y nuestro país volvió a brillar en los primeros planos con Juan Manuel Márquez, pero ahora que Julio César Chávez Jr. y Saúl Álvarez son vistos como un fraude, es difícil enfilarse por un ídolo que vuelva a catapultarnos.

Perdió el boxeo este 2 de Mayo. Quizá Pacquiao se conformó con la bolsa de 80 millones de dólares, o quizá su carrera se encuentra en la recta final... La respuesta no la sabemos ¿Habría podido derrotar a Mayweather en 2010? Hace 15 días, yo aseguraba que hasta lo noqueaba… ahora lo dudo.

Cuando Chávez se enfrentó a Whitaker su récord marcaba 87-0-0 y muchos lo demeritaban porque sus primeros 50 peleas fueron ante taxistas (así decían en Nueva York y Puerto Rico). Ahora que hay quienes cometen la blasfemia de posicionar a Mayweather como el mejor de la historia (¡Sí, de la historia, por encima de Muhammad Ali, Jack Dempsey y Sugar Ray Robinson!), no mencionan sus cuestionados combates ante José Luis Castillo y Oscar de la Hoya. 

Abner Mares (izq.), actualmente sin corona, ya fue campeón gallo, súper gallo y pluma; J.F. Estrada (der.) brilla en la categoría mosca y ostenta los cetros OMB y AMB
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En esta nueva era, porque Floyd también va de salida, ¿con quién podemos ilusionarnos?

En México, nuestros últimos multicampeones, Abner Mares y Juan Francisco Estrada emplean un método contragolpeador, alejado al clásico fajador azteca, y José “Chon” Zepeda, quizá el mejor prospecto, para ser campeón primero deberá afianzarse en súper ligero, pues la categoría welter, a mi gusto la más complicada de la actualidad, es casi imposible coronarse en este momento, salvo que se conforme con el interinato AMB que ostenta Andre Berto.

Aunque nació en Estados Unidos, "Chon" Zepeda, de padres mexicanos, reside en Tijuana y representa a nuestro país
FOTO: AZTECA DEPORTES

A nivel internacional resalto a Terence Crawford, quizá el pugilista más completo desde Oscar de la Hoya, pero tan intrascendente como lo es actualmente Andre Ward, y a Keith Thurman, un peleador que devora a sus rivales, siempre y cuando le peleen de enfrente, pues es incapaz de descifrar a los estilistas.


En Japón ha nacido un fenómeno llamado Naoya Inoue, un noqueador nato y quien a sus 22 años ya es campeón en dos divisiones, aunque  lamentablemente pertenece a los pesos chicos, como el nicaragüense Román “Chocolatito” González… y digo lamentable porque son categorías que interesan muy poco al público y nada a los promotores.

Tras un brillante 2014 donde se coronó en peso ligero, Terence Crawford (izq.) subió una categoría y de inmediato volvió a ser campeón; Japón espera reinar en el mapa boxístico con Naoya Inoue (der.) 
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Sin embargo, los cubanos siguen saliendo de su isla y ganando campeonatos, pues saben frustrar a la perfección  a quienes se van a lógica de “recibir con tal de golpear” con su típica ecuación de predicar “el arte de pegar y que no te peguen”, la cual rige esta nueva era boxística que comandan los estadounidenses.

Veo a Floyd Mayweather y por mi mente pasan dichos populares como “el que no transa, no avanza”, o pienso en un político contemporáneo, demagogo, que se gana el voto de la gente con una canasta básica o un lonche y un frutsi. Ese es el imperio actual.

Medallistas de oro olímpico, Erislandy Lara (izq.), Guillermo Rigondeaux (centro) y Yuriorkis Gamboa (der.) consiguieron oro olímpico ya han sido monarcas en el boxeo profesional 
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No creo que Floyd sea parte del cáncer del boxeo, pero de lo que estoy seguro es que los fanáticos del boxeo clásico amamos las historias fatídicas del ídolo que nace en la calle, se hace famoso en los bares y termina loco porque siempre dio la cara para satisfacer a su pueblo.

Es el estilo de Floyd Mayweather el que marca la pauta en la actualidad
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Muy contrario es el caso de quienes sólo pelean para su legado, sin importarles que se demerite el show, el cual parece que ahora debemos definirlo como “el arte de darle un golpe al rival, abrazarlo hasta tres veces seguidas y correr por todo el ring lo que resta del round y así convencer al juez de que ganaste el asalto”, situación que me hace creer que en el reinado de Mayweather, quien pierde es el boxeo y no nada más sus rivales. 

ASR


3 de mayo de 2015

Se impone la ley del 'Money'

¿Qué habría pasado si en la llamada “Pelea del Siglo”, el réferi Kenny Bayless, en el tercero o cuarto asalto, le hubiera descontado un punto al boxeador más detestable del mundo?


En un combate que no cumplió con el impacto global que generó desde que fue anunciado, Floyd Mayweather Jr. derrotó a Manny Pacquiao por decisión unánime; lo que se vislumbraba como una guerra de estilos, terminó siendo una más de las fastidiosas veladas que han caracterizado al invicto estadounidense, en las que se impuso su colmillo. 

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 Con dos jabs bien colocados, “Money” mantuvo a la distancia al filipino y parecía que se encaminaba para pasearlo durante los 12 asaltos, aunque la reacción llegó de inmediato: Pacquiao lo acorraló y no le permitió moverse con comodidad sobre las cuerdas, abrumándolo durante los siguientes tres episodios.

Pisotones, llaves al cuello y muchos abrazos, uno tras otro, fue como reaccionó Mayweather, con cierta complacencia de Bayless, quien se limitaba a separarlos, y a partir del sexto round, quizá frustrado por no encontrar vulnerable a su contrincante y sin la misma intensidad que en un principio, el “Pac Man” fue despareciendo poco a poco del combate, el cual se volvió monótono.

Incluso fue Floyd quien colocó golpes de poder en el 9 y el 11, los cuales tambalearon al asiático, quien no cerró buscando el nocaut en los minutos finales, enmudeciendo a los miles que le fanáticos que estaban de su lado. Los jueces calificaron 118-110 y 116-112 en un par de ocasiones, todo a favor de Mayweather, quien retuvo sin cinturones CMB y AMB de peso welter, y de paso le arrebató el cetro OMB a su rival.

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El inicio fue prometedor, sin embargo, el réferi no fue del todo justo con el boxeador que propuso un combate distinto, que iba ganando en los primeros lapsos, y esto lo menciono porque el mismo Bayless, en el combate anterior de Mayweather, le descontó un punto a Marcos Maidana por un golpe bajo, el primero y único que lanzó, el argentino mientras que, antes, al “Money” le permitió toda clase de marrullerías, incluido un picotón de ojo.

No culpo al réferi de perjudicar a Pacquiao, quien quedó a deber a sus seguidores (Mayweather ha peleado así siempre) pues no buscó el nocaut con el que soñaban desde hace 5 años en Filipinas, y no desquitó la enorme bolsa que ganó, pese a no estar en igualdad del reparto, y sobre todo, responder al cariño con que fue cobijado incluso después de concluido el pleito.

Pero Bayless debió cuidar el espectáculo, por el cual muchas personas pagaron 100 dólares de PPV y hasta 5 mil dólares para acudir al MGM Grand de Las Vegas, que fue testigo de que este fiasco no debió denominarse como la “Pelea del Siglo”, en la que se impuso la ley del “Money”, y no precisamente porque Floyd fue el vencedor.

ASR