¿Qué habría pasado si en la
llamada “Pelea del Siglo”, el réferi Kenny Bayless, en el tercero o cuarto
asalto, le hubiera descontado un punto al boxeador más detestable del mundo?
En un combate que no cumplió con
el impacto global que generó desde que fue anunciado, Floyd Mayweather Jr. derrotó
a Manny Pacquiao por decisión unánime; lo que se vislumbraba como una guerra de
estilos, terminó siendo una más de las fastidiosas veladas que han
caracterizado al invicto estadounidense, en las que se impuso su colmillo.
FOTO: SHOWTIME
Con dos jabs bien colocados,
“Money” mantuvo a la distancia al filipino y parecía que se encaminaba para
pasearlo durante los 12 asaltos, aunque la reacción llegó de inmediato:
Pacquiao lo acorraló y no le permitió moverse con comodidad sobre las cuerdas,
abrumándolo durante los siguientes tres episodios.
Pisotones, llaves al cuello y
muchos abrazos, uno tras otro, fue como reaccionó Mayweather, con cierta
complacencia de Bayless, quien se limitaba a separarlos, y a partir del sexto
round, quizá frustrado por no encontrar vulnerable a su contrincante y sin la
misma intensidad que en un principio, el “Pac Man” fue despareciendo poco a
poco del combate, el cual se volvió monótono.
Incluso fue Floyd quien colocó golpes
de poder en el 9 y el 11, los cuales tambalearon al asiático, quien no cerró buscando
el nocaut en los minutos finales, enmudeciendo a los miles que le fanáticos que
estaban de su lado. Los jueces calificaron 118-110 y 116-112 en un par de
ocasiones, todo a favor de Mayweather, quien retuvo sin cinturones CMB y AMB de
peso welter, y de paso le arrebató el cetro OMB a su rival.
FOTO: SHOWTIME
El inicio fue prometedor, sin
embargo, el réferi no fue del todo justo con el boxeador que propuso un combate
distinto, que iba ganando en los primeros lapsos, y esto lo menciono porque el
mismo Bayless, en el combate anterior de Mayweather, le descontó un punto a
Marcos Maidana por un golpe bajo, el primero y único que lanzó, el argentino
mientras que, antes, al “Money” le permitió toda clase de marrullerías,
incluido un picotón de ojo.
No culpo al réferi de perjudicar
a Pacquiao, quien quedó a deber a sus seguidores (Mayweather ha peleado así
siempre) pues no buscó el nocaut con el que soñaban desde hace 5 años en
Filipinas, y no desquitó la enorme bolsa que ganó, pese a no estar en igualdad
del reparto, y sobre todo, responder al cariño con que fue cobijado incluso
después de concluido el pleito.
Pero Bayless debió cuidar el
espectáculo, por el cual muchas personas pagaron 100 dólares de PPV y hasta 5
mil dólares para acudir al MGM Grand de Las Vegas, que fue testigo de que este
fiasco no debió denominarse como la “Pelea del Siglo”, en la que se impuso la
ley del “Money”, y no precisamente porque Floyd fue el vencedor.
ASR
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